Quiero compartir este escrito hermoso de Neus quien fue alumna en Barcelona !
-Yo os hablaré bajo mi experiencia personal. Empecé a
hacer danza del vientre o danza árabe hace unos 6 años, creo.
Cuando empecé a parte de que me daba hasta vergüenza
ponerme el pañuelo en las caderas, era una mujer que no se gustaba, insegura,
miedosa. Pero no daba esa imagen exteriormente. A medida que seguí con el
baile, mi carácter y mi círculo de amistades cambió. Perdí el miedo, la
vergüenza, el qué dirán si... Y ahora soy una mujer decidida, que no teme nada
y puede con todo, que se ve maravillosa, por dentro y por fuera.
La danza ha sido un aprendizaje, tanto de los
movimientos como interiormente. La danza te enseña a ser mejor o quizá como te
sientes mejor, también actúas de manera distinta. Y te acaba enganchando . Es tu pequeño universo, sólo tuyo. Y creas vínculos
con las personas que también lo hacen. Primero te sientes sola, luego parte de
un grupo y finalmente escoges estar sola, contigo y tu baile interior
Tanto la danza como la música pienso que son una
terapia excelente para la autoestima.-
Neus
Neus
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